Un domingo lleno de felicidad.

Y te volví a ver, si, a ti amor pecador o como lo quieras llamar.
Te volví a ver y mi felicidad, adrenalina, mariposas... aumentó.
Un día inolvidable junto a un amor imposible.
Todo esto, lo dejaré guardado en un rincón de mi pecho... porque fui feliz y no debes de arrepentirte de algo que en ese momento te hizo muy feliz.
Ahora toca olvidarse un poco de eso y seguir con mi rutina... lo que de verdad quiero, eso ha sido como una clase dónde he aprendido mucho.
Ojala que pueda volver a verte y decirte alguna que otra cosa.