Han pasado unos cuantos días, unas cuantas horas sin sentarme y abrir este pequeño espacio en el cual con cada entrada que escribía por mi misma, me desahogaba cuando a lo mejor no era hora de llamar a las amigas o cualquier otra cosa.
Hoy es el día en el que me siento y escribo otra nueva entrada, otra nueva entrada llena de emoción y alegría. Todo va bien, los problemas se pierden, se disminuyen gracias a esa felicidad que la gente que tengo a mi alrededor me otorga.
Estoy en un momento en el que evito bastantes problemas y no me entristezco tanto por ciertas situaciones.
Amigos que valen oro, mi persona especial... que no tiene precio... y mi familia, más unida que nunca.
Es cierto que hay ciertos problemas y que no todos los días se está al 100 por cien, pero también es cierto que la mayoría del tiempo me la paso riendo.
Es el tiempo de sonreír y de olvidarse de pequeños detalles que aunque queramos evitar, te marcan.
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